Asociacion insuficiencia renal cronica

a Agrupación de Insuficiencia Renal Crónica (AIRC), nace el 3 de Noviembre de 1.980, constituyéndose en la ciudad de Barcelona. Surge de un determinado número de personas que padecen I.R.C., la mayoría bajo tratamiento de hemodiálisis, que individualmente siente la necesidad de unirse, para formando un grupo compacto, lograr la mejor consecución de sus objetivos.

En un principio es inscrita en el Registro Provincial con el nº 4.899. Como consecuencia de la determinación de ampliar el cumplimiento de sus objetivos a toda la Nación, es inscrita en el año 1.982 en el Registro Nacional con el número 38.628. De inmediato es reconocida por el INSERSO como "Entidad de Recuperación y Rehabilitación de Minusválidos", actuando como "Entidad Colaboradora de Benestar Social de la GENERALITAT DE CATALUNYA", donde queda registrada con el nº E-00414; al tiempo se encuadra en la Federación Catalana del Voluntario Social, siendo inscrita con el nº 159.

Nuestra entidad se rige por la vigente Ley de Asociaciones, no manteniendo dependencia de tipo alguno, tanto en el campo político, cuanto religioso. Prevalece en la misma como única, la dedicación conjunta hacia la búsqueda de solución de los diferentes problemas sociales soportados por igual, por todos nuestros semejantes.

En los momentos de su constitución, existían en nuestra Nación como en otros Sectores Sociales, diversas asociaciones similares a la A.I.R.C.; su necesidad, fue determinante según un grupo de pacientes, la mayoría bajo tratamiento de Hemodiálisis, hacia cubrir la laguna de información, sensibilización y concienciación del ciudadano hacia la donación de órganos, única barrera que limitaba la realización de los necesarios Trasplantes, ya que la intervención del mismo era ya totalmente dominada, existiendo Leyes al efecto, Equipos Médicos y Centros Hospitalarios, perfectamente cualificados, en toda España.

Por consiguiente desde su fundación, sobremanera desde que finalizando el año 1.982, determinó utilizar como sistema de autofinanciación, la ayuda directa del ciudadano a sus campañas de concienciación, en calidad de Socios Anónimos Honoríficos, muestra con orgullo haber posibilitado que más de CIENTO SESENTA MIL personas hayan significado su voluntad de Donar en su día final, a través de sus impresos al efecto.

Aprovechamos desde aquí, el hacer patente nuestro recuerdo y agradecimiento más profundo para nuestros fundadores, como a ellos les gustaba, anónimos, en sustitución de tantas y tantas personas que gracias a su determinación, habrán logrado recuperar una calidad de vida.

Estamos convencidos de a que a estos últimos, les satisfaría ofrecérselo en nuestro lugar

Desde la A.I.R.C., pretendemos con la unión que representa la constitución de una Agrupación, se pretende crear entre todos sus componentes, afectados, familiares y simpatizantes, un Programa de Comunicación a través del cual poder establecer un diálogo, en primer lugar a través de la expresión escrita y posteriormente a través de la relación surgida del conocimiento personal.

Pretendemos hacer efectivo el hecho de que todos juntos, como ciudadanos sufridores hoy o potenciales del mañana de una u otra problemática, podamos conseguir mayores éxitos en nuestra gestión, al tiempo que logramos sentirnos identificados los unos con los otros.

De este modo conseguiremos anular la soledad del individuo dentro de una situación personal, abriendo al mismo tiempo las puertas de nuestro colectivo, a aquellas personas que año a año cada vez más, van engrosando las filas de los que padecen Insuficiencia Renal Terminal.

Cada año vienen entrando en Tratamiento Substitutivo de diálisis periódica, un promedio de 88 personas por millón de habitantes; o sea que anualmente se producen en España unos 3.500 nuevos casos de Insuficiencia Renal Crónica, quedando lejos de esta cifra, el número de trasplantes que cada año se logran realizar.

Todos los enfermos de I.R.C. viven pendientes y a la espera de su Trasplante, siendo que el mismo, muchas veces no llega. Ello implica una bajísima calidad de vida no solo para el paciente, sino que al mismo tiempo produce un enorme problema en todo el conjunto familiar.

Esta solución se entiende como imprescindible no solo al paciente de insuficiencia renal, sino que son otras muchas diferentes patologías, las que tienen su solución de vida a través del adecuado trasplante, logrando con el mismo una solución a su inocente calvario.

Inicialmente, será este uno de los objetivos a cubrir: concienciar a la opinión pública acerca del gran número de enfermos renales, que dependen de una máquina de diálisis para lograr simplemente sobrevivir.

Al mismo tiempo, ayudaremos al ciudadano a conocer cómo este tremendo problema, podría solucionarse en forma totalmente superada, mediante un Trasplante, si existiera en nuestra sociedad una eficaz información y correspondiente concienciación de los ciudadanos, sobre la Donación Voluntaria de Órganos para Trasplante, al tiempo que una correcta utilización de los potencialmente otorgados, cuando ya los futuros Donantes para nada los van a necesitar y pueden sin embargo con ello brindar, una nueva Vida a quien tanto lo demuestra necesitar.

En espera de nuestra solidaridad:
En la actualidad hay miles de personas que para seguir viviendo o simplemente mejorar su calidad de vida, necesitan de un trasplante. La realidad demuestra sin embargo, que las Listas de Espera para Trasplante, en los diferentes órganos y tejidos, seguirán creciendo si no se logra aumentar la Donación.

La única manera de resolver la escasez de órganos para trasplante es ser donante y animar a otros a que también lo sean;

Cuanto más donantes haya
mayor será el número de vidas que pueden salvarse.

Conociendo desde dentro esta problemática, deseamos difundir e informar a la población sobre la enorme necesidad que existe, en cuanto a la Donación Voluntaria de Órganos.

Con los escasos medios de que disponemos, siendo que la A.I.R.C. se maneja sin ninguna clase de subvención ni lucro, ofrecemos la necesaria información y documentación, como así también proponemos con el debido respeto a las creencias de cada cual, la grandeza que supone significar un acto de solidaridad mediante la donación de órganos, en el momento que dejemos esta vida y para nosotros ya no sean de alguna utilidad.