Design Thinking para el cambio social: 4 técnicas para co-crear soluciones de impacto
Cuando se trata de resolver problemas sociales, no basta con tener buenas intenciones: hace falta empatía, creatividad y una mirada profunda sobre las verdaderas causas de lo que queremos transformar. El design thinking puede ser una gran herramienta para eso.
Este enfoque colaborativo permite diseñar soluciones centradas en las personas, involucrando a quienes viven el problema en todo el proceso. Aquí te compartimos 4 técnicas clave adaptadas al sector social y cómo aplicarlas.
¿Qué es el design thinking y cómo aporta al sector social?
El design thinking es una metodología centrada en las personas que busca resolver problemas de forma creativa, colaborativa y práctica. A diferencia de otros enfoques, no parte de suposiciones, sino de la observación y la escucha activa. Eso lo hace valioso para el trabajo directo con comunidades.
Aplicado al sector social y de impacto, permite:
- Diseñar iniciativas ajustadas a las necesidades reales.
- Involucrar a las comunidades en la creación de soluciones.
- Validar ideas de forma ágil antes de invertir grandes recursos.
Esta metodología se compone de distintas herramientas que puedes aplicar en distintos momentos de un proyecto: al diagnosticar un problema, generar ideas, testear una propuesta o mejorar un proceso existente. A continuación, te compartimos 4 técnicas esenciales.
Técnica #1: Mapa de empatía
El mapa de empatía es una herramienta que ayuda a ponerse en el lugar de las personas beneficiarias. Se trabaja en grupos, a partir de preguntas como: ¿Qué ve? ¿Qué escucha? ¿Qué piensa? ¿Qué siente? ¿Qué dice y hace?
Este ejercicio ayuda a identificar emociones, miedos, obstáculos y deseos que muchas veces no se detectan a través de entrevistas estructuradas o encuestas.
Por ejemplo, si una organización busca mejorar el acceso de mujeres rurales a programas de capacitación, el mapa de empatía puede revelar barreras invisibles como la falta de tiempo por tareas de cuidado, el miedo al juicio externo o la dificultad para acceder a transporte.
💡 ¿Cuándo aplicarla? Esta técnica es especialmente útil al inicio de un proyecto, cuando estás tratando de entender mejor a la comunidad o grupo con el que vas a trabajar. También puede servir si ya implementaste una iniciativa pero sientes que no está generando el impacto esperado.
Técnica #2: Técnica de los 5 porqués
Una de las razones más comunes por las que los proyectos sociales fallan es porque se parte de un diagnóstico superficial. La técnica de los 5 porqués ayuda a profundizar en la comprensión de la problemática que se desea abordar antes de diseñar posibles soluciones.
Consiste en repetir la pregunta “¿por qué?” cinco veces (o más, si es necesario), partiendo de una situación inicial. Cada respuesta debe llevar a una nueva pregunta, lo que permite descubrir la causa raíz del problema.
💡 ¿Cuándo aplicarla? Esta técnica es ideal en la fase de diagnóstico o cuando un proyecto ya está en marcha pero no está generando los resultados esperados. También es muy útil para evaluaciones internas o espacios de revisión en equipo.
Técnica #3: Ruta del usuario o “customer journey”
Esta herramienta permite visualizar, paso a paso, cómo una persona vive la experiencia de interactuar con tu programa. Desde el primer contacto hasta la etapa final, se identifican los puntos clave del recorrido, así como las emociones, dudas y obstáculos que pueden surgir en cada momento.
El objetivo es detectar "puntos de dolor": lugares donde las personas sienten frustración o confusión y encontrar oportunidades de mejora para hacer que la experiencia sea más clara, fluida y accesible.
💡 ¿Cuándo aplicarla? Es ideal cuando una organización quiere mejorar la experiencia de quienes participan en sus programas o acceder a retroalimentación real sobre cómo son percibidos.
Técnica #4: Prototipado rápido
El prototipado consiste en crear una versión inicial, sencilla y funcional de una solución para testearla con quienes van a utilizarla. Puede ser un cartel físico, un formulario impreso o una actividad piloto.
Este enfoque permite validar ideas de forma ágil, sin necesidad de grandes recursos. A partir del feedback de la comunidad, se podrá ajustar la propuesta antes de invertir más tiempo o dinero.
💡 ¿Cuándo aplicarla? Es especialmente útil antes de lanzar un nuevo programa, campaña o iniciativa. Permite detectar aciertos, puntos débiles y oportunidades de mejora desde el principio.
Diseñar con empatía transforma realidades
El design thinking no es solo una metodología: es una forma de pensar que pone a las personas en el centro y apuesta por la colaboración y la escucha activa para resolver desafíos complejos.
En el sector social, puede ser una herramienta poderosa para idear soluciones más justas, inclusivas y sostenibles, siempre con las comunidades como protagonistas.
📬 ¿Te gustaría recibir más recursos para potenciar tu iniciativa o tu camino profesional en el sector de impacto? Suscríbete a nuestro boletín mensual y accede a consejos, inspiración y oportunidades que te ayuden a generar el cambio que sueñas.
____
Este es un contenido Copyleft (ↄ). Puedes reproducirlo citando la fuente, enlazando a la página principal de nuestro blog. ¡Recuerda!, además de información, inspiración y recursos del sector, no dejes de consultar idealist.org, el mayor directorio de organizaciones socio-ambientales, empleos con impacto y oportunidades de voluntariado a nivel mundial.
Soen es una agencia de marketing que acompaña a emprendimientos y organizaciones sociales a abrirse paso en el mundo digital a través de estrategias conscientes y sostenibles.