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A group of people hold white balloons in their laps.

Nos hemos acostumbrado a ‘sobrevivir’ utilizando el refrán ‘ojo por ojo, diente por diente‘, sin prestarle mayor atención a nuestra lógica básica que nos dice que para discutir solo se necesitan dos y que la violencia como respuesta, solo genera más violencia. Una lógica que nos cuesta aceptar y que nos ha llevado a construir sociedades egoístas, en donde la venganza se convierte en la única vía de escape.

El futuro puede ser distinto, si decidimos perdonar en lugar de escoger la venganza como respuesta. Esta es la apuesta de la Fundación Plan Perdón, una organización colombiana sin fines de lucro, quien en cabeza de su fundador David Giraldo, cree fielmente que el perdón es una de las mejores vías para construir sociedades mejores.

A través de conferencias, talleres y la exposición “Los Rostros del Perdón“, la organización recupera, visibiliza y mantiene vivos los ejemplos de personas que han optado por el camino del perdón para sanar sus heridas y resolver conflictos. Aunque la fundación nace como ejemplo para impulsar una paz duradera dentro del marco colombiano, busca ser referente en toda la región, “el perdón es algo universal, todas las sociedades se pueden implicar… existen ejemplos muy importantes como el de Irlanda del Norte o Uganda en África“, asegura David Giraldo.

La sociedad del sálvese quien pueda 

Las cifras sorpresivamente demuestran que la venganza genera más homicidios que la misma violencia común o socio-política, recalca Giraldo. En el caso particular de Colombia, solo en el 2015 “más del 45% de los homicidios registrados se produjeron por actos de venganza en comparación al 16% que se originó a causa de la guerra, en otras palabras el odio y el resentimiento nos está matando“, así lo expresa David Giraldo.

¿Qué implica el perdón? 

Perdonar no es olvidar ni tampoco es igual a impunidad. El perdón permite a quien sufrió una ofensa, herida o daño, recordar lo sucedido sin dolor, lo que en nada se opone a la búsqueda de justicia o al derecho a saber la verdad de lo que pasó…

Perdonar rompe los ciclos de violencia, cierra ciclos de venganza, crea nuevas realidades en la vida de quien por él opta y de brindar paz a las personas y sus entornos. Lamentablemente confundimos justicia con venganza, no perdonamos porque siempre esperamos que al otro le pase algo“, asegura Giraldo.

No hay nada más fuerte que el perdón para detener la deshumanización. Es por eso que el perdón es algo que se da sin necesidad de que sea solicitado… Es, si se quiere, una estrategia individual de sobrevivencia, para deshacerse de las cadenas del odio, y descargarse del peso de la venganza“, Ingrid Betancourtex-secuestrada franco-colombiana, privada de su libertad por casi 7 años.

La Pedagogía del Perdón 

Como lo explica en nuestra conversación, David Giraldo, el perdón es algo muy personal, no se puede imponer, es por ello que el trabajo de la organización se centra en la visibilización de quienes ya han pasado por este proceso para ayudar a quienes han decidido empezar.

Perdonar no es sólo decir “yo perdono”; es recordar sin odio ni rabia. Logré perdonar al ponerme en los zapatos de la otra persona y, cuando entendí que el pasado es pasado, perdonar me permitió liberarme del dolor y del resentimiento, para no transmitirlo a otros’. Yadira Perdomo, 22 años. Estudiante de música. Víctima de matoneo/bullying escolar.

En su trabajo, la fundación maneja el concepto de la Pedagogía del Perdón: la necesidad de perdonar para el beneficio de la sociedad. Para ello, la organización realiza:

  • Trabajo de concientización (y yo ¿que haría?)
  • Educación en torno a la temática del perdón como un proceso, y que cada quien tiene derecho a su duelo
  • Exposición “Los Rostros del Perdón”, abierta al público
  • Talleres donde ayudan a la gente a perdonar con la ayuda de terapeutas especializados
  • Charlas de personas contando historias.

En otras palabras, lograr la justicia, la paz y la reconciliación va más allá de la justicia ordinaria, a lo que David, también abogado de profesión, llama justicia retributiva, “nos hemos acostumbrado a ver a la gente en la cárcel, culturalmente eso es lo que esperamos, eso es lo que en derecho llamamos Justicia retributiva, ahora hablamos de justicia restaurativa, que es tener en cuenta a la víctima, quizás lo que ella quiere como método de justicia es que le pidan perdón, que hagan tareas comunitarias, etc…

Él, como muchos, es consciente que es un proceso largo, en el que se necesita involucrar aspectos pedagógicos en torno a lo que significa el perdón en la sociedad y lo que en realidad es, “en nuestra sociedad latinoamericana se ha relacionado el perdón a la espiritualidad, la religión, sobre todo desde el contexto católico, es por ello que se necesita primero de educación, para entender que el perdón va más allá de la religión“, Giraldo.

Bajo esta línea podemos concluir que en la práctica todos llevamos a cabo procesos de perdón, desde situaciones pequeñas como alguien que te empujó en el transporte público a situaciones mucho más complejas como el asesinato de un ser querido…. La pregunta que debemos plantearnos es: ¿soy de los que están llamando a la violencia o soy el que ayuda a sanar?, nuestra respuesta a las situaciones más simples de nuestro día a día podrían darnos la respuesta.

Si te interesaría asistir a una de las exhibiciones de “Los Rostros del Perdón” o mejor aún llevarla a tu colegio, consulado, sitio de trabajo, etc, contacta a la fundación aquí. El próximo encuentro se realizará en el consulado de Colombia en Bruselas, del 4 de julio hasta el 4 de septiembre. Es una invitación abierta al público.

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Adriana Cárdenas

Desde mi trabajo como voluntaria ayudo a personas que no tienen acceso al sistema de salud en Nueva York traduciendo de inglés a español y vice versa eventos de salud gratuitos y gestionando actividades de divulgación. A su vez, coordino los medios sociales de la organización a la que sirvo.