"Tal vez sea la música lo que pueda salvar al mundo"
"Tal vez sea la música lo que pueda salvar al mundo", es una de las frases con las que Laura Bénard explica el propósito de su iniciativa; el estudio Suzuki Aguascalientes, una escuela de alto nivel musical que enseña el método del Dr. Suzuki con la finalidad de crear mejores seres humanos a través de la música.
Susuzi el creador de este método japonés, entendía que los niños de todo el mundo aprenden a hablar su lengua materna con facilidad y fue así como comenzó a aplicar los principios básicos de la adquisición del lenguaje, al aprendizaje de la música. Sin embargo, el método no inició con la idea de convertir a los niños en músicos sino de enseñarlos a ser seres humanos nobles. Laura Bénard, fundadora de la ONG Estudio Suzuki Aguascalientes en México, lleva 15 años trabajando con la filosofía, su mayor inspiración es crear mejores personas: "fui violinista siempre y conocí el método hace 15 años y me enamoró, creo profundamente en su contribución social".
Aprender valores a través de la música
Según este método, la música como los valores no son un talento innato, sino una destreza aprendida. Es así como se asocia al proceso de aprender la lengua materna, el cual es adquirido con el tiempo. No se nace hablando.
No creemos que los niños nazcan genios, lo que un niño desarrolla es el resultado del ambiente y yo lo tengo súper comprobado. No tenemos ninguna frontera, no existe límites de lo que un niño no pueda aprender", asegura Laura.
El método que originalmente nació en Japón en la década de los 30, ya hace parte de los salones de clases de varios países alrededor del mundo. México, Perú y Argentina, son algunos de ellos. "Los niños son el futuro del mundo, del país, pero seguimos viendo las mismas cosas una y otra vez. Si podemos hacer que crezcan con otra mentalidad, podemos conseguir que se den cuenta que pueden lograr hacer algo maravillosamente bien. La música es un pretexto para inculcar valores, humanidad, trabajo en equipo... Es una oportunidad de crear seres humanos más respetuosos y armónicos", afirma Laura.
En en el estudio se aceptan alumnos desde los dos años de edad, de ahí en adelante no hay límite de edad, todos pueden aprender la importancia de la escucha, la observación, memorización, concentración, disciplina, perseverancia y sensibilidad a través de las clases de violín, violonchelo, guitarra, arpa, piano y canto. Las clases son 100% inclusivas, no existen restricciones económicas para ingresar. Hasta la fecha hay 27 alumnos inscritos, de los cuales nueve están becados en su totalidad por el estudio y cuatro tienen padrinos que pagan sus mensualidades.
Enseñar humanidad y valores empieza como lo dice Laura, "desde el respeto que le das al niño como maestra, al trabajo individual y grupal. Aprenden a respetar las diferencias, en la clase hay güeros, morenos, ricos, pobres, valemos por lo que hacemos no por lo que tenemos". Ser el mejor de la clase no tiene cabida como lo dice Laura, en las lecciones de música se fomenta la competitividad y no la competencia, "no interesa quién va mas adelantado sino cómo nos ayudamos como comunidad".
¿Qué sigue para el proyecto?
El proyecto está en busca de apoyo de empresas socialmente responsables, comprometidas con la educación y la cultura para recibir más alumnos, comprar instrumentos, capacitar a más maestros y otorgar becas que faciliten el acceso a un servicio de calidad a niños de bajos recursos.
"Son muchos años enamorada de un proyecto tan lindo. He sustentado durante mucho tiempo mi sueño, que en verdad tiene muy buenos resultados aunque a veces ha sido muy difícil esa sustentabilidad. De cualquier forma a mi me fascina mi trabajo, estoy convencida del valor de lo que hago", finaliza Laura.
Si quieres conocer más acerca de esta organización o apoyar esta iniciativa, visita su perfil en Idealistas y su cuenta en Facebook.
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Desde mi trabajo como voluntaria ayudo a personas que no tienen acceso al sistema de salud en Nueva York traduciendo de inglés a español y vice versa eventos de salud gratuitos y gestionando actividades de divulgación. A su vez, coordino los medios sociales de la organización a la que sirvo.