HISTORIA
Iniciamos nuestra actividad en agosto del 2018, aunque para nuestros miembros fundadores fue constituida en su mente y corazón muchos años atrás, producto de conversaciones de la realidad del Ecuador y el mundo, llegamos a la conclusión de que no podíamos seguir siendo observadores de lo que ocurre a nuestro alrededor (guerras, abusos, violencia, delincuencia, adicciones, caos social, ira en las calles, etc.), si no que debíamos tomar acción y asumir la responsabilidad de contribuir a cambiar esa realidad desde la premisa de que si cada ser individual mejora, la sociedad va a cambiar. Fue así que decidimos crear Fundación Conexión Vital la cual permite encaminar asistencia terapéutica individual y colectiva, para contribuir al desarrollo y crecimiento del ser humano (emocional y productivo), las comunidades y la sociedad.
MISIÓN
Fundación Conexión Vital es una institución privada sin fines de lucro que brinda apoyo psico-neurológico a niños, niñas, adolescentes y adultos de escasos recursos económicos, mediante modernas metodologías psicoterapéuticas y equipos de neuro-tecnología, avalados por la NASA y la FDA, lo que nos permite desplegar avanzadas técnicas de entrenamiento neurológico para analizar y potenciar las habilidades y respuestas emocionales y contribuir a la salud, física, mental y emocional de las personas.
VALORES
BENEFICIARIOS
Nuestros beneficiarios son niños, niñas, adolescentes y adultos de escasos recursos económicos, a quienes brindamos tratamientos psicoemocionales y neurológicos de alta tecnología que de otra forma les sería difícil tener acceso por sus altos costos.
Brindamos apoyo a niños partir de los 4 años de edad, con problemas de TDAH (Trastorno de Déficit de Atención e Hiperactividad), autismo, asperger, traumas, miedos, impulsividad, convulsión febril infantil, entre otras.
También, brindamos ayuda a adultos jóvenes y mayores, con problemas de ansiedad, carrera de pensamientos, epilepsia, fibromialgia, impulsividad, miedos, estrés, trastorno obsesivo compulsivo, Tourette, tics nerviosos, adicciones, traumas, depresión, insomnio, alto rendimiento (intelectual y deportivo), delirio, demencia, narcolepsia (trastornos de sueño), migrañas, alucinaciones, sincope, vértigo, laberintitis, convulsiones, demencia senil, Alzheimer, entre otras.