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pareja con una gallina
Cristina y Arturo crían pollos ecológicos en la comarca de Tierra de Campos, Palencia

A menudo los movimientos más vanguardistas e innovadores surgen de las grandes ciudades, ¿quiere decir esto que el campo no puede ser fuente de respuestas?. Para muchos ya lo está siendo, y el proyecto La Re-Vuelta al Campo así nos lo muestra.

Alentado por el Foro por un Mundo Rural Vivo de Guernica de 2012 en España, donde organizaciones que trabajan por la pervivencia y desarrollo de un mundo rural vivo se juntaron para debatir cuáles eran los desafíos del momento, uno destacó sobre todos los demás “se vio que una de las problemáticas más acuciantes era que no hay jóvenes en el campo. Los pueblos se quedan sin gente y sin jóvenes en el campo, no hay soberanía alimentaría”. Nos cuenta Patricia Dopazo, del equipo editor de una revista que lleva el mismo nombre: Soberanía Alimentaria.

Durante todo el 2014 desde esta publicación junto con un grupo de personas (muchas con su aportación desinteresada) decidieron poner en marcha un proyecto con una meta: visibilizar las historias de aquellos que están dejando la ciudad para comenzar una vida en el campo, o aquellos que vuelven al campo, que es donde nacieron o crecieron.

El resultado es la Re-Vuelta al Campo, un espacio al que en una primera fase se han subido historias de lo más variadas y donde se ha pretendido dar voz a proyectos de jóvenes en diferentes comunidades autónomas del país inclusive en sus propios idiomas (gallego, catalán, vasco, etc). “Más allá de estudiar la parte técnica de los proyectos, nos interesa la parte vivencial. ¿Qué entienden por felicidad? ¿cómo han evolucionado sus perspectivas en este tiempo? ¿qué apoyos han tenido? ¿qué obstáculos?

Historias para todos los ‘gustos’…

En Sabores Próximos, en la huerta de Zaragoza, Mario, Nacho y Dani, producen y venden hortalizas y verduras además de recuperar la cultura campesina con talleres de formación.

Los proyectos de cría de pollos de Cristina y Sócrates nos hablan de cómo “una vez que te metes lo de trabajar en el campo se lleva en la sangre” y de la importancia de tener calidad de vida y dignidad.

En L’Aresta, Tarragona, Glòria, Gemma y Adrià iniciaron una cooperativa agroecológica que produce pan de forma totalmente artesanal. Para ellos esta actividad es una forma de lucha política, donde están apostando por una transformación social donde cada vez haya más comunidades y pueblos que se puedan autogestionar.

El hilo conductor tras escuchar y grabar la mayor parte de las historias, nos cuenta Patricia, “es que existe un desencanto que no es resignación, se trata de un desencanto que las personas son capaces de transformar en ganas de hacer cosas. En general, las expectativas que tienen es vivir en consonancia con lo que piensan. No buscan solamente una gratificación económica. Saben que la sostenibilidad es difícil de conseguir y comienzan asumiendo ese hecho. Es un nuevo concepto de trabajo donde hay otras cosas que te compensan más allá de lo que te han enseñado y esto pasa porque se están rompiendo paradigmas”.

¿Y qué pasa cuando no funciona?

Lo primero en lo que hizo énfasis Patricia en nuestra conversación es que en efecto, “no es oro todo lo que reluce”. El proceso en mucha ocasiones no es fácil, pero como nos cuenta “Mucha de la gente que encontramos viene de proyectos que no han funcionado. El fracaso es aprendizaje. Hay tanto convencimiento en estas personas a nivel de principios y de filosofía que no lo ven como una equivocación y eso ayuda a seguir avanzando”.

La enseñanza está clara y el espíritu de aprendizaje también. Fallar en una cosa que se intenta en el campo, no quiere decir que tengas que volver a la ciudad y también es importante tener en cuenta que muchas personas no quieren estar siempre en lo mismo. Se puede comenzar por un huerto y después decidir que lo que de verdad les apetece es hacer conservas con la cosecha recogida.

“Se trata de lo contrario a la especialización que nos han enseñado. Es un poco desaprender. El aprendizaje es transversal y hay que saber un poco de todo porque al final, casi todas las disciplinas se retroalimentan entre ellas”.

El proyecto la Re-vuelta al campo, impulsado al amparo de la revista Soberanía Alimentaria y la Fundación Mundubat, trata de abrir debate con todo lo relacionado con lo rural, nuevos modelos de consumos, general reflexión, debate, visibilizar proyectos, denunciar malas prácticas.

Gracias a proyectos como este, conceptos como el de “neorural” y aunque aún queda camino por recorrer, se vuelven cada vez más normales en muchas comarcas de provincias españolas. Donde antes encontrábamos despoblamiento, vemos cada vez más una tentativa a crear vidas, proyectos de vida, más sustentables, más locales, más a escala de las personas. No se trata solo de un territorio geográfico, sino de nuestro propio territorio mental, que se cuestiona ciertos modelos y se atreve a volver a construir vidas de formas diferente. ¿Será esta la respuesta a vidas menos llenas de lo que hasta ahora hemos considerado ‘éxito’, pero más llenas de significado? Cuéntennos qué les parece.

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Elena Martín

Redactora y editora del blog de Idealistas.org. Modero la comunidad de usuarios de sitio en español y trabajo para hacer de Idealistas.org la web de referencia para todos los que quieren aportar su granito de arena al cambio.