Claves para redactar tu currículum (Parte I)
Las tres preguntas que debes hacerte antes de empezar.
Reducir tu vida a un trozo de papel en blanco puede llevarte horas, días… Sin embargo, quienes contratan emplean una media 15 segundos en decidir si tu petición va a la pila de los ‘Sí’, de los ‘posiblemente’ o a la de ‘absolutamente No’. Para no acabar en la última pila, la clave es ponerse en la cabeza de la persona que contrata. En último término hay tres preguntas que quien toma las decisiones se hace en esos 15 segundos.
1. ¿Puedes hacer el trabajo?
¿Cuentas con las habilidades, experiencia y formación que se demandan para cubrir los requisitos del puesto? ¿Puedes demostrar que has llevado a cabo con éxito similares tareas en el pasado? Quienes contratan quieren ver que tus habilidades encajen cuanto más mejor con las responsabilidades que demanda el puesto. Muestra esto en tu currículum y tendrás más oportunidades de que te llamen para una entrevista. Ah! y no olvides que tu currículum no es algo que demuestra todo lo que pudiste hacer en el pasado. Lo que demuestra es que gracias a ello, serás capaz de hacer eso y mucho más en el futuro.
2. ¿Harás y estarás comprometido con el trabajo?
No sólo importa si serás capaz de desempeñar el puesto, lo que van a preguntarse es si te identificas con la misión o la labor principal de la organización. Buscarán en ti credibilidad, y para ello querrán ver por tu parte pasión y compromiso con la causa. Destaca la experiencia con la que cuentas y que puede relacionarse con la misión de la organización para la que quieres trabajar. Puede tratarse de voluntariado, trabajo o formación.
3. ¿Encajas con la cultura y el ambiente de la organización?
En el mundo de las organizaciones sin fines de lucro, existe un lenguaje particular. Quienes te entrevisten van a poder detectar si estás familiarizado con él. Por ejemplo, ¿hablas de ‘organizaciones’ o de ’empresas’?, ¿de ‘misión’ o de ‘objetivos’…?. También importante tu carácter, tu sentido del humor, ¿va bien con la organización?. La organización buscará a alguien que se sienta cómodo compartiendo el espacio de trabajo y que pueda generar buen ambiente con el resto del equipo.
En realidad tu capacidad de encajar o no con la cultura de una organización es algo sobre lo que en principio tienes poco control. Es casi como tener una cita, la chispa surge desde el primer encuentro, o puede que no haya química en absoluto. No te aconsejamos que trates de fingir que eres alguien que no eres sólo para conseguir un trabajo.
Visto esto recuerda, cuando tengas redactado tu currículum y carta de presentación, léelas varias veces preguntándote si quien contrata va a encontrar respuestas a estas tres preguntas. Esto puede marcar la diferencia a la hora de seas tú una de las personas a quien quieran conocer mejor, en lugar de a otros muchos candidatos que buscan ocupar el mismo puesto que tu persigues.
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Este post forma parte de la serie “Trabajando en el Tercer Sector“. Si estás buscando oportunidades en el mundo de las ONGs te ayudamos a definir mejor lo que de verdad quieres hacer, te damos las pautas para que tu búsqueda sea exitosa y compartimos información de primera mano sobre el mundo de las organizaciones sin fines de lucro.
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[Esta entrada apareció publicada en la antigua versión de Idealistas; cualquier enlace roto es resultado de haber lanzado una nueva versión de nuestra web en otoño de 2010.]
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