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mujer agobiada frente a la computadora

Pasamos más horas trabajando que haciendo cualquier otra cosa. Pero cuanto más tiempo pasamos en la oficina (ahora en casa), menos tiempo tenemos para recargar nuestras baterías. Esto significa que es más probable que nos sintamos abrumado(a)s e incluso agotado(a)s.

Entonces, ¿cómo podemos tener un enfoque más saludable para trabajar? Te ofrecemos algunos consejos para sentirte más en control y menos abrumado(a) con todo lo que tienes que hacer a diario.

Lo que puedes hacer

Aunque es posible que no tengamos un control completo sobre las demandas de nuestro trabajo, sí tenemos control sobre cómo lo abordamos para que nuestra vida laboral sea menos estresante.

Aquí hay cuatro áreas en las que puedes trabajar:

  1. Gestión del tiempo. El primer consejo es evaluar la eficacia con la que usamos el tiempo. Para comenzar, necesitas saber cuántas tareas de trabajo diferentes estás manejando y cuánto tiempo suele tomarte cada una de ellas. Observa por qué estás haciendo cada una de esas tareas; tener un claro “por qué” te ayudará con el siguiente consejo.
  2. Priorización No todas las tareas tienen el mismo nivel de urgencia o importancia. Es fácil estar en piloto automático y comenzar el día de trabajo sin pensar en el orden de importancia de tu lista de tareas pendientes. Presta atención a qué tareas requieren más tiempo (por ejemplo, investigación de proyectos) y cuáles son solo actividades que consumen tiempo (por ejemplo, revisar correo electrónico). Luego, dedica la mayor parte de tu día a tareas que requieren mucho tiempo.
  3. Colaboración. ¿Alguna vez has notado que cuando te sientes abrumado(a) usualmente es cuando haces un trabajo individualmente? No es algo que necesariamente experimentas cuando trabajas con otros. Compartir ideas con otros compañeros de trabajo puede ayudarte a encontrar soluciones más rápido y recuperar el control sobre tu trabajo de una manera más productiva.
  4. Delegar. Si estás en una posición de liderazgo, no tengas miedo de delegar. Presta atención a las fortalezas de cada persona en tu equipo y cómo se las puede aprovechar para producir los mejores resultados posibles. Ninguna persona tiene que hacerlo todo, la carga se puede compartir.

¿Deberías hablar con tu gerente?

Un nuevo enfoque del trabajo puede ayudarte a combatir el estrés. Pero es posible que, incluso después de realizar cambios, no te sientas diferente. Puede ser que la solución no esté completamente en tus manos. En ese caso, necesitas hablar con tu gerente. Considerar esta opción puede ser aterrador porque no quieres dar la impresión de que eres incapaz. Pero si manejas cuidadosamente esta conversación, no tendrás que preocuparte de eso. Cuando abordes el tema, asegúrate de:

  • Ofrecer contexto. Comienza dando a tu gerente algunos antecedentes para que entienda mejor la situación.
  • Mencionar los detalles. A continuación, resalta los desafíos que enfrentas. Es importante no presentar una larga lista de quejas. Habla máximo de tres desafíos y cómo están afectando tu rendimiento.
  • No te concentres en tus niveles de estrés. No es el momento de compartir todo lo que sientes. Es más importante presentar una imagen lo más precisa y objetiva posible para que tu gerente pueda comprenderte mejor.
  • Pide sugerencias. Apóyate en la experiencia de tu gerente para ver si hay consejos o soluciones que te pueda ofrecer. No tengas miedo de hacer preguntas si algo no está claro.
  • Seguimiento. Después de tu conversación, encuentra maneras para comenzar a poner en práctica las sugerencias de tu gerente. Aproximadamente dos semanas más tarde, haz un seguimiento con tu gerente para informarle qué está funcionando o no.

Si después de dos semanas, aún no experimentas ninguna diferencia, debes dar un paso atrás y hacerte algunas preguntas. ¿Estás contento con el trabajo que estás haciendo? ¿Te faltan habilidades que puedan ayudarte a hacer mejor tu trabajo? ¿O hay algo más que debas analizar como la cultura organizacional?

Una vez que tengas más claridad sobre cuáles son realmente tus desafíos, puede ser hora de tener una conversación diferente con tu gerente, una en la que abordes directamente tus sentimientos, así como cualquier cambio que necesites hacer. Estos cambios podrían incluir asumir un rol o proyecto diferente en tu organización, trabajar con un equipo diferente o hacer cursos para mejorar tus conocimientos o habilidades.

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Nisha Kumar Kulkarni

Nisha Kumar Kulkarni is a writer and creative coach in New York City. She helps women living with chronic illness and mental health challenges to pursue their passion projects without compromising their health.