Un frente para salvar las islas Galápagos
Alberto Andrade (Beto) nació en Ecuador y a los 15 años viajó a Panamá trabajando en un barco de pesca. En uno de los viajes en alta mar, en la mitad de una tormenta, descubrió su pasión por el océano y toda la vida que alberga. Años más tarde se mudó a vivir en Santa Cruz, una de las islas principales de las Islas Galápagos desde donde, además de ser pescador artesanal, realiza un activismo incansable a favor de la protección de la reserva marina de este lugar único en el mundo. Además, contribuye a un blog internacional sobre temas socioambientales, sinalambrados.org.
“Es importante educar a la gente, y particularmente a los niños y jóvenes. Galápagos es un lugar tan hermoso y tan especial que sus habitantes se enamoraron de su ambiente natural, y obviamente lo que amas cuidas.”
A pesar de esto, Galápagos está siendo amenazado por varios factores como la pesca ilegal y la contaminación. Es por esto que en el año 2017, utilizando la radio cómo herramienta de protesta y junto a otros amigos , deciden crear Frente Insular de la Reserva Marina de Galápagos,, como una respuesta ciudadana de rechazo a la incursión de un barco chino capturado con 300 toneladas de especies protegidas dentro de la reserva marina, incluidas crías de tiburón ballena y embriones de tiburón martillo, especie icónica de las islas. Esta noticia alarmo a la comunidad científica mundial.
La defensa a los tiburones que unió a toda la población
Mientras se libraba una dura batalla diplomática y jurídica con el gobierno de China, en las islas Galápagos varios actores sociales, tradicionalmente con intereses contrapuestos (pescadores, guías, científicos, transportistas, estudiantes, políticos) se unieron para protestar juntos en una marcha multitudinaria provincial, exigiendo el respeto a la soberanía de las islas y la protección de la fauna dentro de la reserva marina.
Desde entonces Frente Insular no ha parado de gestionar diferentes acciones con impacto no solo ambiental sino también social, lo cual se fortaleció aún más durante la pandemia.
La pesca ilegal no es la única amenaza sino también la contaminación de los mares. “El plástico afecta a la vida marina en las Islas Galápagos, he visto animales afectados y muertos por plásticos. Basura plástica que daña el ecosistema. Antes, íbamos a la playa a disfrutar, acampar y limpiar. No sabíamos nada del tema del plástico en el mundo, pero veíamos la basura y la limpiábamos de nuestros campamentos”. Si bien la contaminación mundial es un problema difícil de frenar, se pueden realizar acciones locales que minimicen su impacto. Frente Insular ha organizado hasta la fecha más de 150 mingas de limpieza costera. hasta estos momentos hemos hecho aproximadamente 150 limpiezas, todas documentadas. El objetivo es hacer crecer la responsabilidad de la gente, por ello también cuentan con un programa en la radio llamado #GalápagosMiResponsabilidad, y apoyan varios proyectos educativos.
Beto ha sido reconocido como un Ocean Witness, “hombres y mujeres que se dedican a la preservación de los océanos. La plataforma Ocean Witness es parte de una iniciativa mundial de WWF que tiene como objetivo acelerar la conservación liderada por las comunidades costeras mediante el desarrollo de un movimiento global en apoyo de las comunidades costeras.“.
“Donde hay un huerto, habrá esperanzas”
Frente Insular ha querido además ampliar su impacto hacia lo social y es así que iniciaron el proyecto Huertos Hope, una iniciativa para ayudar a familias en Puerto Ayora, isla Santa Cruz a desarrollar huertos familiares. Especialmente durante la pandemia, este proyecto ha ofrecido un alivio a familias que dependían del turismo y han visto sus ingresos severamente afectados por la situación. De esta manera pueden producir sus propios alimentos de forma sustentable y amigable con el ambiente.
El proyecto nació de la necesidad de mejorar las condiciones de familias en estado de vulnerabilidad a través de la creación de huertos familiares en los que se reutilice plásticos y productos desechables.
Además, enseñan a las familias cómo reutilizar plásticos en sus huertas y han creado un banco de semillas propias para no depender de semillas importadas.
Los huertos que producen excedentes los donan para armar canastas solidarias y entregarlos a las familias de mayor vulnerabilidad. Han llegado a entregar hasta 2600 canastas durante la pandemia gracias a donaciones de familias de la comunidad que, pese a que también fueron golpeados por la pandemia, continúan apoyando a familias de escasos recursos.
“Con la misma fuerza que golpeó la pandemia, la solidaridad tocó el corazón de los santacruceños. Es increíble ver personas donando carne, huevos, frutas”, comenta Beto.
“Tan solo queremos que la preocupación y admiración que nos lleguen a tener por tanto trabajo, se transforme en acción, al entender que, como individuos podemos ejercer el efecto multiplicador, para beneficio de la sociedad y la naturaleza”.
Si has encontrado inspiración en esta historia para replicarla o iniciar tu propio proyecto en tu comunidad, déjanos saber a comunicacion@idealist.org.
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Coordinadora de Idealist para Iberoamérica. Me encargo de dar soporte a nuestros usuarios y organizaciones en la región, además de alimentar con contenidos útiles al sitio de Idealist en español y contribuir para potenciar el impacto positivo de organizaciones e iniciativas solidarias.