Los niños que cambian el mundo
Dicen que los niños son el futuro del mundo, pero con tantas acciones y muestras de estos pequeños, me atrevo a asegurar que no solo son el futuro sino también el presente. Gracias a su inocencia, simpatía y valentía, son capaces de convertir sus buenas intenciones en realidad.
Todos fuimos niños en su momento, y muchos sabemos cómo se ve el mundo cuando lo imaginamos lleno de posibilidades. Sus buenos ejemplos son muestra de ello y gracias en gran parte a la facilidad y rapidez del internet, hoy nos enteramos mucho más fácil de la vida de aquellos que sin importar su edad, han ayudado a cambiar el mundo.
Aprovechemos la tecnología para encontrar inspiración en niños y niñas que desde varios lugares del planeta nos mandan sus ejemplos de valentía, perseverancia, constancia y solidaridad:
- No todo esta perdido, aún nos queda la esperanza. Sin duda, una de las grandes enseñanzas de la vida de Anne Frank, una niña judía alemana conocida por plasmar en un diario su vida y la de su familia durante el holocausto. Su diario, publicado tras morir, relata la vida de una niña que en medio de peligros y duras condiciones guardaba la esperanza de salir con vida. Anne nunca perdió la fe y siempre vio el lado positivo de su dura situación.
- ¿Cuántos de nosotros nos rendimos cuando no somos aceptados por otros?. Una muy buena lección para aprender de Ruby Bridges, la niña que desde su tierna edad de 6 años ayudó a terminar con la segregación de los afroamericanos en EEUU, gracias a su perseverancia y valentía y a pesar de la soledad y discriminación a la que fue sometida.
- Ni las adversidades más grandes, pueden detenerte de defender en lo que crees, esto Malala lo tiene muy claro, una niña que desde los 11 años a defendido públicamente el derecho de las niñas y mujeres a la educación. A pesar de recibir un disparo en el rostro a la edad de 14, continuó su lucha, que la han convertido en uno de los modelos más influyentes y la persona más joven en lograr el premio Nobel de la Paz.
- Pero también pequeñas acciones pueden cambiar el mundo, como la que realizó Charlie Simpson, de 7 años al tomar su bicicleta para ayudar a recolectar dinero para ayudar a Haiti, desde su país, Inglaterra. Charlie no solo logró ayudar sino que gracias a su gesto logro recaudar cerca de $240.000 dólares para Haiti, tras el terremoto sufrido en el año 2010, el más fuerte registrado en la zona desde 1770.
Es mucho lo que los adultos podemos aprender de nuestros niños y del niño interno que alguna vez fuimos. Tenemos que recordar que para cambiar algo, necesitamos coraje, esperanza y defender nuestros ideales incluso si el entorno es desfavorable. A partir de ahí, podemos comenzar por realizar acciones que aunque pequeñas tengan el potencial de mover corazones y ayudar a construir un mundo mejor para todos.
¿Alguna acción u obra de vida de un niño o niña te ha inspirado? ¡Comparte la historia con nosotros en los comentarios!
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Desde mi trabajo como voluntaria ayudo a personas que no tienen acceso al sistema de salud en Nueva York traduciendo de inglés a español y vice versa eventos de salud gratuitos y gestionando actividades de divulgación. A su vez, coordino los medios sociales de la organización a la que sirvo.