¿Por qué es tan difícil pedir aquello que necesitamos?
Me resulta sorprendente ver la facilidad con la que los niños piden ayuda, parece tan espontáneo y una actitud casi intuitiva que me pregunto: ¿por qué una vez crecemos nos cuesta tanto pedirla, o mejor aún aceptar que la necesitamos?
Asumir que necesitamos la mano de otra persona, organización y demás, no es una tarea fácil para muchos. Como organizaciones sin fines de lucro se vuelve en varias ocasiones más que un acto ocasional, una constante actividad muchas veces incomoda y difícil, aunque necesaria.
Quizás entender el por qué nos cuesta tanto a muchos, tiene que ver con la forma en que pensamos y vemos el mundo. Aquí te compartimos algunos miedos y maneras de pensar que pueden estar influyendo:
- Asumimos que molestamos al otro – En varias ocasiones asumir cosas por otros no es una muy buena práctica. Si tu organización sabe pedir ayuda o colaboración crearás una relación estrecha con los interesados en tu causa u proyecto. No asumas que molestas, asume que es tu tarea impresionar a tu interesado, ser honesto y creativo para crear y mantener una buena relación con tus colaboradores.
- Miedo a ser percibidos como una organización débil – Aceptar que necesitamos ayuda, no es una debilidad, al contrario, se necesita de un gran compromiso y responsabilidad para aceptar que si queremos hacer mejor y más grandes cosas necesitamos la colaboración de otros. No siempre tendremos todo el conocimiento ni todos los recursos, pero siempre habrán personas, en algún lugar, con la intención de ayudar.
- Miedo a que respondan de mala manera – El mundo esta lleno de personas de todo tipo, somos diversos y así como nos podemos tropezar con personas que no querrán ayudarnos o que vean mal que estemos pidiendo ayuda, habrá quienes sean todo lo contrario y por ellos vale siempre la pena intentar. Siempre recordando que la ayuda extra que necesitamos hace parte fundamental de nuestros esfuerzos por generar un verdadero impacto social.
- No queremos que conozcan qué nos falta o en qué no somos buenos – El ego o el miedo al “qué dirán” puede pararnos a buscar la ayuda que necesitamos. Dejar saber qué necesitas también es un acto de transparencia contigo mismo y con la comunidad a la que sirves. Así que atrévete, seguro te sorprenderás saber lo que puedes conseguir.
- Miedo a no conseguirla – Si antes de buscarla o antes de reconocer que la necesitamos pensamos en que no habrá nadie que nos ayude, posiblemente ese será el resultado. Una actitud abierta, nos ayuda a ver el camino más claramente, realizar las estrategias adecuadas y sobre todo ponerle el empeño que se necesita.
“Todos nosotros, en determinados momentos de nuestras vidas, necesitamos tener asesoramiento y recibir la ayuda de otras personas” – Alexis Carrel
¿Alguna otra razón por la que tienes miedo de pedir ayuda?, compártela con nosotros en los comentarios.
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Desde mi trabajo como voluntaria ayudo a personas que no tienen acceso al sistema de salud en Nueva York traduciendo de inglés a español y vice versa eventos de salud gratuitos y gestionando actividades de divulgación. A su vez, coordino los medios sociales de la organización a la que sirvo.