Consigue el Trabajo de tus Sueños
Carreras que te ayudan a pasar de la intención a la acción
Ilustración de varias manos de colores entrecruzándose

Muchas organizaciones dependen del trabajo voluntario para avanzar, pero sin embargo también en muchos casos las organizaciones no destinan suficientes recursos a identificar, formar, empoderar, acompañar y generar lealtad en los voluntarios.

Por un lado muchas organizaciones necesitan desesperadamente el talento profesional pero se encuentran con dos barreras: la necesidad de retener talento así como buenos líderes.

Un dato interesante: entre 2005 y 2006, el porcentaje de voluntarios en Estados Unidos que no continuaron con sus labores de voluntariado se incrementó del 32 al 36%.

Por otra parte en 2007 un estudio de Young Nonprofit Professionals Network determinó como el 45% de los trabajadores del tercer sector, predecían que su siguiente trabajo no sería dentro de organizaciones sin fines de lucro.

Estos son números extraídas de una realidad, la norteamericana, que en muchas maneras es diferente a la nuestra. No hemos podido identificar cifras representativas de nuestros países o en global para la región, pero eso nos da una idea de por donde podamos estar también nosotros avanzando.

¿Hay algo que podamos hacer para de alguna forma resolver estos? Este artículo de Stanford Social Innovation Review nos da algunas pistas interesantes. Les compartimos algunas de las razones por las que los voluntarios acaban desistiendo:

  • Usa las habilidades profesionales, no solo la mano de obra: a menudo usamos voluntarios para cosas puntuales, en lugar de aprovechar sus conocimientos y talentos a largo plazo. Igual que puedes pensar en una necesidad inmediata como pintar la fachada de tu asociación, proyecta una manera de usar habilidades profesionales de voluntarios no puntualmente si no a lo largo del tiempo. Esto puede marcar una gran diferencia y el voluntario no se queda pensando después de un día de trabajo. Muy bien, y ahora qué…
A person with a graphic of the world with various illustrations.
  • Reconoce la labor de los voluntarios: las organizaciones necesitamos de verdad generar una cultura en la que el voluntario sea una pieza esencial de nuestra cultura organizacional. El artículo menciona como a menudo en los informes anuales las organizaciones muestran las donaciones recibidas, incluso nombran a los donantes pero pocas de ellas hacen lo mismo con los voluntarios.
  • El trabajo voluntario no es gratis, mídelo, valóralo: este punto es importante. Si en lugar de recibir el tiempo del voluntario gratis, tuviésemos que pagar, ¿de cuánto dinero estaríamos hablando al final del año?. ¿Quién piensa en eso? A menudo pocas organizaciones hacen esta conversión, lo que muestra de alguna forma cuánto de en serio toman a sus voluntarios. Cuando se tienen datos del valor monetario de estos voluntarios, se tiende a ver más su valor y a invertir en su talento, retención y reconocimiento.
  • Forma e invierte en tus voluntarios: es común ver como las organizaciones no apuesten por invertir recursos económicos y humanos para formar voluntarios, planificar sus tareas o interactuar con la gente de dentro de la organización. De igual forma, a menudo no existe quién de forma regular tenga como labor dentro de la organización trabajar estos puntos.
  • Proveer liderazgo para y con los voluntarios. El estudio señala como incluso cuando la organización se sostiene casi básicamente con trabajo voluntario, a menudo el foco no está puesto en ellos y cita algo que un director de una organización compartió: “El 90% de nuestro trabajo lo llevan a cabo voluntarios y aún así, nuestro plan estratégico no hace mención de ellos”.

La conclusión es bien interesante. El autor se pregunta ¿por qué es que el voluntariado no se respeta más? ¿Por qué no se invierte más en los voluntarios? Y volvemos al lenguaje, tan poderoso a veces. Menciona cómo un problema pueda ser la misma palabra en sí. “Voluntario” no dice nada sobre la naturaleza del servicio que se ofrece o su valor, lo único que implica es que es gratis y que por ello, quizás sería una buena idea comenzar a usar diferente terminología llamando a cada uno por lo que realmente le define, en lugar de voluntario, que a una persona se la identifique como por ejemplo “planificador de proyectos” o “consejero legal”…

Por otra parte también se menciona como a veces se piensa en el voluntariado para tareas comunes, no para tareas esenciales. Por ejemplo si los voluntarios no hubiesen pintado esa fachada, la organización ¿hubiese pagado a alguien por hacerlo? Afirman que cuando quienes dirigen las organizaciones sean capaces de ver, atraer y valorar que los voluntarios pueden desempeñar trabajo altamente cualificado por el que sí, las organizaciones en caso de necesitarlo hubiesen pagado por ello, el voluntariado comenzará a ganar más del respeto que merece.

¿Qué te parecen estos puntos de vista? Cómo organización o voluntario, ¿crees que el voluntariado es suficientemente valorado? Si no es así, ¿cuáles crees que son los motivos?. Compártenos tu experiencia para enriquecer la discursión.

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Elena Martín

Redactora y editora del blog de Idealistas.org. Modero la comunidad de usuarios de sitio en español y trabajo para hacer de Idealistas.org la web de referencia para todos los que quieren aportar su granito de arena al cambio.