¿Qué pasaría si en lugar de buscar empresas donantes, nos convirtiésemos en sus socios?

¿Qué pensarían si les dijese que a partir de ahora las ONG en lugar de buscar a la empresa privada como potencial donante, se presentasen como un potencial socio?

Algunos pensarán que basta ya, que las ONG no somos negocios y no tenemos por qué actuar como tales. Otros, quizás piensen que ante una situación en la que hay que encontrar la sostenibilidad de alguna forma, no es mala idea al menos escuchar de qué va esto.

Pues bien, traemos este planteamiento porque nos parece que como mínimo merece una pensada. En este artículo, su autora Perry Yeatman plantea los beneficios que para las ONG puede generar para empezar, un cambio en la manera de entender las relaciones ONG – empresa.

Tradicionalmente la ONG se sigue acercando a la empresa privada como beneficiaria de una posible donación, sponsor, etc. y sin embargo, lo que ella propone es que las ONG comiencen a tratar de identificar el valor que ellas pueden añadir con su experiencia en el terreno, a la empresa privada. Casi como entender que la relación puede ser horizontal, en lugar de vertical.

Pone el ejemplo de como la neumonía mata a cerca de un millón de niños al año en todo el mundo, en muchos de los casos por un diagnóstico erróneo del primer doctor que trata con estos pacientes. Hubo una empresa de electrónica internacionalmente reconocida que se interesó por crear un aparato que pudiese ayudar a detectar esta condición de manera temprana, en zonas rurales de bajos recursos. Buscó un aliado, en este caso fue la organización internacional ‘Save the Children‘, que con su gran trayectoria y experiencia en el terreno, fueron los que hicieron de enlace entre el problema y el entendimiento del mismo a través de la comunicación con la población. Sin ellos, la empresa hubiese necesitado muchos más recursos que no tenían y hubiesen afrontado un nivel de dificultad mayor a la hora de entender el problema y cómo la población en diferentes lugares lo experimentaba.

Entonces, la clave del asunto está según la autora en determinar qué podemos ofrecer como organización y qué no estamos viendo. Si trabajamos con ciertas comunidades y vemos que una empresa privada podría entrar en el círculo de crear un producto o servicio para estas poblaciones que mejoraría su calidad de vida, ¿podemos nosotros aportar el valor que a la empresa le falta por estar desconectada de la comunidad con la que nosotros trabajamos? Las posibilidades de esta manera pueden expandirse, y sin embargo creo que es importante apuntar varias cosas:

1. ¿Dónde está la línea?. ¿En qué punto el producto o servicio ofrecido está traspasando los límites de su función social para enfocarse más en la distracción y el negocio?
2. Es ‘relativamente’ viable para ONG grandes con estructura, visión y recursos más sólidos como ‘Save de Children’, que encuentren la manera de asociarse con empresas que también cuentan con estructura, visión y recursos. Es más fácil entonces también que juntas decidan apostar por algo que funcione, escale, solucione un problema y genere ingresos en su cuenta de resultados. Sin embargo, ¿qué pasa con las ONG pequeñas?
3. Es fácil decir lo que las ONG tienen que hacer, pero es más difícil ponerse en su piel y ser capaces no solo de determinar cuál es la mejor estrategia a seguir, sino contar y usar los recursos que tienen para apostar por esas estrategias. En muchos casos nuevamente, las ONG trabajan a pulmón y si queremos que tengan una visión más práctica y estratégica, tendremos que comenzar a educar en este tipo de pensamiento que es más propio de ONG como la referida con más recursos materiales y humanos.

De cualquier forma, creemos también que toda propuesta para que nuestro papel se transforme en maneras que nos ayuden a avanzar y ser más sostenibles, merecen como mínimo ser consideradas. Con los rápidos cambios que el mundo está experimentando a todos los niveles, no podemos permitirnos el lujo de ser puristas y seguir dependiendo solo de ayudas. Debemos estar como mínimo abiertos a los cambios y a abrir nuevas vías de explorar opciones.

Como organización, o si trabajas, colaboras o has formado parte de ONGs en el pasado, ¿qué te parecen estas propuestas?

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