¿Te convertirías en una persona en situación de calle por un día?

Hablamos de como para servir hay que escuchar, entender y de ahí actuar en consecuencia. En su lugar, a menudo suponemos lo que el otro necesita cuando quienes 'ayudamos', venimos de una realidad totalmente diferente.

Aún así, ¿es suficiente? Alguien decía, "el corazón está donde los pies pisan". Entonces es posible que nosotros como voluntarios, nunca podamos llegar a entender la realidad de aquellos a los que tratamos de servir. Nuestro corazón y nuestros pies, no pisan la misma realidad. Reflexionando sobre esto, encontré un artículo que sugería algo que si bien no reemplaza el ser y vivir la realidad que otros más desfavorecidos viven, me pareció una propuesta interesante.

¿Qué es realmente ponernos en el lugar del otro?

Pongamos que se está preparando a voluntarios para salir y tratar con gente en situación de calle. Se les pueden dar una charlas previas y advertirles de cuestiones importantes: qué hacer y qué no hacer... Más allá de eso, por ejemplo, ¿quién estaría dispuesto vivir y comportarse como una persona en situación de calle?. ¿Quién experimentaría en carne propia aquello que quien no lo vive no puede conocer? En este ejemplo me da por pensar en el impacto que debe tener estar en medio de todo y sentirte invisible. Que la gente pase por delante tuyo y te ignore, te evite, casi nadie te hable como si por no tener un techo hubiese perdido tu condición de persona. ¿En qué medida cambiaría eso la manera en la que pensamos que podemos aportar al que necesita?

Lo dejo ahí, ¿puede un voluntario llegar a ponerse 100% en el lugar del otro? A los que han sido voluntarios, ¿qué ha sido lo que más les ayudó a entender a aquellos a los que estaban tratando de colaborar? Supongo que sin haber llegado al punto de vivir en la calle, o experimentar lo que es ser por ejemplo refugiado en tu propio país, habrá quien desde su experiencia pueda aportar consejos interesantes. ¿Se animan?

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