Nuestra labor se enfoca en cubrir los gastos de bolsillo asociados al tratamiento oncológico, no cubiertos por el sistema de aseguramiento nacional, con el fin de prevenir el abandono de la terapia oncológica y aumentar significativamente las posibilidades de sobrevida de estos pacientes, sumando tiempo de vida con calidad a su proceso.
Comprendemos lo difícil que puede ser enfrentar una enfermedad como el cáncer y brindamos acompañamiento y apoyo a las personas más vulnerables, porque estamos convencidos que nadie tiene que atravesar ese viaje solo y que juntos podemos enfrentar esa adversidad.
La Fundación Ellen Riegner de Casas pertenece a distintas redes nacionales e internacionales que la enriquecen y aumentan sus posibilidades de incidir para el control del cáncer en Colombia. Estas son:
Las poblaciones socialmente más vulnerables tienen mayor probabilidad de desarrollar cáncer, morir más pronto por la enfermedad y sufrirla sin la oportunidad del cuidado paliativo. En esas poblaciones el gasto médico generado por el tratamiento de cáncer excede el 30% de los ingresos anuales. Estos pacientes tienen un 80% mayor de probabilidades de morir 12 meses tras ser diagnosticados, en comparación con quienes no presentan estas dificultades.
Más de la mitad de la población colombiana vive por debajo de la línea de pobreza, cuando uno de ellos, cuyas condiciones de vida son de por si difíciles, se ve afectado por el cáncer, se presenta una doble situación de precariedad: por un lado, no está en capacidad de cubrir todas las demandas financieras, psicológicas y sociales que caracterizan a esta delicada enfermedad, y, por el otro, la fuente de ingresos de su núcleo familiar se disminuye todavía más.
Hemos implementado un modelo de gestión eficiente y transparente para la oportuna identificación de beneficiarios y la entrega de ayuda inmediata requerida para aliviar el dolor físico, psicológico y económico que afecta a los pacientes durante el tratamiento de cáncer.
El modelo está compuesto por 3 estrategias: